Para los católicos, el Sacramento del Matrimonio, o Santo Matrimonio, es una señal pública de que uno se entrega totalmente a esta otra persona. Es también una declaración pública sobre Dios: la unión amorosa de marido y mujer habla de los valores familiares y también de los valores de Dios.
Las parejas cuya intención es casarse en la parroquia deben ser feligreses registrados y hacer una cita prenupcial con 9 meses de anticipación. Un curso de preparación para el matrimonio también es obligatorio.
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